jueves, 22 de mayo de 2014

A lo grande

El discurso de Carolina Pascual (Orihuela, Alicante; 1976) destila melancolía. A los 16 años tocó el cielo en Barcelona 1992. Solo uno después, tras coronarse como la primera medallista olímpica española en gimnasia rítmica, buscó la puerta de salida y el cobijo de su familia. Hastiada de las trituradoras jornadas de entrenamiento, del castigo de su anatomía y su mente, desapareció del foco, puso el broche a su carrera y se reencontró con los estudios de los que le había privado el deporte. “Quizá tenía que haber apurado hasta Atlanta 1996”, matiza ahora desde la perspectiva de madurez que le otorgan sus 36 años, “pero, eso sí, me fui a lo grande”

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